La fiesta de Halloween, aterradora y golosa, se aproxima.
Entonces saquemos la cámara para capturar los momentos más aterradores.
Retratos escalofriantes
Para Halloween, todos se disfrazan y se maquillan para asustar. Así que aprovecharemos para hacer fotos aterradoras, en modo de retratos. No dudes en recurrir al primer plano para captar bien los matices de los maquillajes sofisticados. También puedes decidir enfocarte en el disfraz, en su totalidad o en un detalle realmente aterrador. Cuando fotografíes a tu sujeto, abusa de los planos contrapicados. Esto les dará un aspecto aun más espeluznante.
Calabazas aterradoras
La estrella de Halloween, ¡es por supuesto la calabaza! Una vez vacía, se le esculpe ojos exorbitados y una boca desmesurada.
Pero para una representación realmente aterradora, piensa en iluminarlas bien. No dudes en colocar varias velas en su interior. Porque así obtendrás un claroscuro perfectamente aterrador. A continuación, coloca tus calabazas en un decorado bien oscuro. Si eliges bien tu fondo, crearás un ambiente espeluznante: las ramas nudosas que se cortan en la penumbra serán perfectas. Piensa en fotografiar tus calabazas en plano contrapicado o 3/4 perfil. Esto aumentará las sombras.
Fotografía al anochecer
Para que la atmósfera resulte aun más aterradora, es recomendable que tomes tus fotos al anochecer. Los tonos oscuros del cielo intensificarán el efecto dramático de tus fotos.
Por supuesto, desactivarás el flash de tu dispositivo. Activa los modos vertical u horizontal nocturno para aumentar la sensibilidad y el tiempo de exposición. También debes considerar el uso de un trípode, ya que el tiempo de apertura de tu lente será mayor. No te muevas, estabiliza tu cámara de ser necesario. Aprovecha las últimas luces del día para tomar algunas fotos de siluetas a contraluz. Alternar fotos posando con tomas en movimiento.
Cacería de dulces
Cuando los niños aparezcan en tu puerta pidiendo caramelos, ¡no dudes en sorprenderlos (no demasiado) para que puedas escuchar sus reacciones de miedo! Este efecto sorpresa producirá sin duda fotos muy bellas. Por supuesto, se necesitará un cómplice, aunque más no sea para abrir la puerta mientras tú estás listo para obturar. Deberás estar atento y ser rápido para captar el momento en que la luz de la casa vendrá a iluminar a vuestros sujetos. Para evitar moverte, utiliza también un trípode.